(…) Ahora es el fraterno Coco quien más necesita de nuestra atención. El martes 2 de marzo lo visité en su humilde casa de Santa Clara. Coincidí con muchos compatriotas, entre ellos el ex preso político Francisco Chaviano. Los médicos dictaminaron su grave estado de salud, pero no hacía falta ser facultativo: su delgadez extrema y su baja temperatura indicaban su empeoramiento físico.

Sufrió un desmayo y fue conducido al hospital, se le pasó un suero, pero el médico de guardia y el director del hospital Arnaldo Milián se negaron a ingresarlo. “Para salir de su gravedad, el paciente sólo tiene que comer”, dijeron. Como es natural, ninguno de esos hijos putativos de Hipócrates habría tenido pantalones para decir algo semejante si no estuviera cumpliendo una orden de arriba.

Por eso tenemos que dar la señal de alarma. En el caso de Guillermo parece que el régimen piensa en un desenlace igual al de Zapata. Los que conocemos la abnegación de Coco sabemos que está dispuesto a llegar hasta el final. Si con Orlando la solidaridad internacional masiva se produjo tras la muerte, es necesario que con Fariñas no se repita la historia. Desde ahora tenemos que sensibilizar a la opinión pública. ¡Impidamos un nuevo asesinato!

(Fuente: CubaNet: Los hijos putativos de Hipócrates, por René Gómez Manzano)
Photo: Guillermo Fariñas con René Gómez Manzano (izq.) y Francisco Chaviano. fOTOGLIF

por la libertad de los presos políticos cubanos
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