Aún con la salud resquebrajada y pese a que podría ser cuestión de horas para que su organismo sufra una nueva descompensación debido a los 16 días que lleva en huelga de hambre, Guillermo Fariñas no se queda sin decir lo que tiene que decir. El disidente cubano acusó ayer al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de ser «cómplice» del régimen castrista y lamentó que el también líder del Partido de los Trabajadores se olvide de que «fue un perseguido político de las dictaduras brasileñas, en las décadas de los 60 y 70».
El periodista cubano respondió así al mandatario brasileño, quien la noche del martes respaldó una vez más al Gobierno de Cuba y marcó distancia de la disidencia de ese país, hasta el punto de comparar con «los bandidos de las cárceles» cariocas a los opositores que –con Fariñas a la cabeza– mantienen una huelga de hambre en demanda de la liberación de 26 disidentes enfermos.
(Fuente: La Razón)
por la libertad de los presos políticos cubanos
Labels: América Latina, Brasil, Gobiernos, Guillermo Fariñas
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