- El mundo debe solidarizarse con el disidente y los presos políticos cubanos
- La condena del presidente Arias hace honor a nuestra tradición civilista
Ante este agravio a los cubanos y a la conciencia universal, es hora de que se produzca una intensa condena mundial. El objetivo esencial debe ser salvar a Fariñas; pero también hay que notificar a los Castro y su aparato represivo de que ya no habrá más tolerancia a su primitivo machismo totalitario, menos aún a la permanencia en sus cárceles, en pésimas condiciones de trato, de más de 200 prisioneros de conciencia.
Por esto celebramos que el presidente Óscar Arias haya denunciado, con toda claridad y firmeza, tanto el crimen que se fragua como la naturaleza del régimen cubano, que –en sus palabras– es “una afrenta a la democracia”. Su actitud refleja el sentir generalizado de nuestro pueblo, y debería servir de ejemplo a los demás gobernantes latinoamericanos, hasta ahora silenciosos o cómplices de tan indignante tragedia.
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(Fuente: La Nación, Buenos Aires)
por la libertad de los presos políticos cubanos
Labels: América Latina, Argentina, Guillermo Fariñas, Medios
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