En un nuevo intento por salvar responsabilidades, Granma declaró, por medio del periodista oficial Alberto Núñez Betancourt, que no aceptará presiones ni chantajes, con respecto a la huelga de hambre, que desde hace 14 días, mantiene el disidente Guillermo Fariñas, tras la muerte por esa misma causa, del preso político Orlando Zapata Tamayo.

Insisto, no es hora de declinar responsabilidades; sino de asumir las consecuencias. El gobierno cubano está obligado, constitucionalmente, a garantizar la integridad corporal de todos los que residen en el territorio nacional. La muerte de Zapata Tamayo fue su responsabilidad, al igual que lo será, si Fariñas fallece.

(Fuente: Jurisconsulto de Cuba)

por la libertad de los presos políticos cubanos
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