Los canadienses que vacacionan en Cuba deben estar demasiado ocupados absorbiendo sus mojitos y divirtiéndose en el océano para pensar en la trágica muerte de un preso político cubano acontecida la semana pasada. Pero esto es un poderoso recordatorio del alcance de la represión en la isla y pone de manifiesto la continua indiferencia del gobierno cubano con relación a los derechos humanos y las libertades civiles.
(Fuente: The Globe and Mail)
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