Si de algo puede servir la experiencia del caso de Orlando Zapata, el disidente fallecido en una huelga de hambre, es que la izquierda debe acabar de madurar y terminar por echar abajo toda una serie de mitos y defectos. Ante todo debe ser consecuente con sus principios y anteponerlosiempre a nuestras simpatías personales. En otras palabras, debe anteponer sus ideales a cualquier forma de culto a la personalidad de ciertos líderes.
En primer lugar debemos preguntarnos qué clase de régimen existe en Cuba, ¿Es realmente lo que existe en Cuba y lo que existió en la Unión Soviética y el campo socialista de Europa del Este, socialismo? ¿Es el control centralizado de todas las riquezas por el Estado y el predominio de una burocracia sobre el resto de la población, socialista? Si no lo es, ¿qué existe realmente en Cuba?. Algunos teóricos marxistas cubanos han llegado a la conclusión que lo que existe en realidad es “capitalismo monopolista de Estado”. Si así lo creen realmente deben acabar por asimilar las consecuencias de esta afirmación, porque si es esto lo que en verdad existe, entonces también significa que deben existir diferencias de clases, explotación del hombre por el hombre y represión de los trabajadores. Y sobre todo esto último sale muy claramente a flote ante los procedimientos de la policía política ante determinadas situaciones.
(Fuente: Kaosenlared)