El diario mexicano Excélsior publica hoy un artículo de opinión de Francisco Zea:

Qué miedo les tenemos en este país a los hermanitos Castro. Hasta para condenar sus atrocidades nos vamos por las tablas y no hay forma de enfrentar al toro de frente como debe de ser. Ricardo Pascoe, quien sin duda conoce el tema de Cuba, hombre de izquierda de toda la vida, ex embajador de México en La Habana, que conoce de cerca a Fidel y Raúl lo tiene muy claro. Dice, cuando se lo preguntan, que hace mucho tiempo que la revolución cubana dejó de beneficiar al proletariado. Los herederos de los artífices de la revolución hoy se dedican a enriquecerse, a operar grandes cuentas bancarias en el extranjero y a amasar fortunas impresionantes a costa de la pobreza y la miseria de los cubanos. Que los hermanos Castro ya perdieron la noción de la realidad y a todo el mundo le cuelgan una etiqueta de aliado del imperialismo yanqui para defender una dictadura soez.
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La semana pasada entreviste a Guillermo Fariñas. Hoy cumple 27 días en huelga de hambre, su salud está muy deteriorada. El gobierno trata de convencerlo de levantar su huelga. Nunca he platicado con alguien tan determinado a algo. Pero esta vez Guillermo ha decidido morir por el ideal de la liberación de los 26 presos políticos en su país, que están enfermos y reciben malos tratos y torturas. Él sí va a morir, sin duda, porque quiere. Por que no concibe que su país, que la revolución a la que sirvió como soldado en Angola, bajo las órdenes de Raúl Castro, se haya prostituido y hoy sólo haga justicia a los cachorros corruptos cercanos a los Castro. No me queda duda. Fariñas va a morir. Que en paz descanse. Y desde aquí reproduzco la petición que hizo en mi programa al gobierno mexicano. Que condenen enérgicamente a los Castro. Que no se junten con asesinos. Que no sean pusilánimes ni débiles para señalar a un gobierno que mata.