Uno de los miembros de la campaña OZT acaba de comunicarse con Reyna Luisa Tamayo y nos cuenta que la policía está frente a su casa desde esta mañana, para evitar que reciba visitas.

Reyna se decidió a llegar al cementerio a pintar la tumba de Orlando, cuyo natalicio se celebra el próximo 15 de mayo, y se encontró con cinco esbirros, algunos vestidos de civil y otros de policía, borrando el nombre de su hijo de la tumba, "probablemente para que yo no la encontrara", afirmó. La policía tiene un puesto de mando bajo un árbol de pinos en el cementerio con vigilancia constante.

Durante la conversación se escuchaba como ella les decía que no permitiría que ningún "hermano" bajo las órdenes de los hermanos Castro le pusiera la mano encima y condenó a la dictadura y a los dictadores por su nombre.

Reyna había reportado el sitio a su casa a través de su cuenta en Twitter.