El portal PayoLibre publica una entrevista realizada por el Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba al ex preso de conciencia Darsi Ferrer, que pasó más de once meses en prisión preventiva en las cárceles castristas, acusado de adquirir materiales de construcción (dos sacos de cemento) de manera ilícita. Ferrer es director del Centro de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas y asegura que en la prisión de Valle Grande, durante su encierro, "fallecieron tres reos por falta de atención médica".

¿Qué representa para usted la prisión de Valle Grande?
Esta es una cárcel para quienes se encuentran en prisión preventiva, a pesar de lo cual no se diferencia de los demás centros penitenciarios cubanos. Las condiciones de vida son totalmente infrahumanas y la población penal es víctima de los tratos más crueles e inhumanos. Por ejemplo: la asistencia médica es casi nula, pues a pesar de que hay médicos en plantilla no existen en la práctica; tampoco hay equipos para hacer una prueba de hemoglobina o de glicemia. Todo no es más que una pantalla; por eso se producen muchas muertes evitables. Tan solo en los últimos 11 meses fallecieron allí por esta causa 3 reos. El hacinamiento es terrible en las 18 galeras. Miden 35 metros de largo por 5 de ancho, donde sobreviven unos 120 reos, quedando sólo medio metro de espacio vital para cada uno; tienen que dormir muchos de ellos en el piso, porque las camas no alcanzan.
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La corrupción es galopante. Los militares son más delincuentes que los propios presos; tienen a numerosos reos trabajando en la corrupción, los cuales controlan todos los negocios ilícitos para el beneficio personal de ellos, que también usan a los más matones para imponer a palos la disciplina. Son estos militares los que propician la venta de ron y el alto consumo de drogas. No se permite la asistencia religiosa ni la libertad de culto. Hay numerosos discapacitados que son incompatibles con el régimen carcelario. Yo los conocí ciegos, sordos y en silla de ruedas. En el caso de los presos políticos sobreviven en constante peligro, pues los militares azuzan a asesinos para que los hostiguen y agredan. Es un infierno, una pesadilla, que si no la vives, jamás eres capaz de imaginar.

¿Puede afirmarse que las cárceles cubanas son antros de terror?
Las prisiones aquí conforman un cuadro tan dantesco que no existen palabras para definirlo en toda su magnitud; aún la palabra terror no es suficiente. Esta es la razón por la cual el Gobierno no permite la supervisión del Relator Contra la Tortura, el experto, su excelencia Manfred Nowak. Hay mucho que esconder. Las Reglas Mínimas para el Tratamiento a los Reclusos de la ONU no son respetadas en ninguno de sus postulados y hasta las propias leyes nacionales son violadas cada día allí.

¿Qué número de presos habita actualmente en la prisión de Valle Grande?
Son 18 galeras con una población penal total que ronda los 2000 reos. Hay que tener en cuenta, como ya dije, que esta es una cárcel para pendientes a juicio y es la única que recibe a quienes están bajo la medida cautelar de prisión preventiva en toda la Ciudad de La Habana. Casi todos los días entran en ella entre 80 y 100 reclusos de nuevo ingreso, lo cual es increíble. Claro que esto no incluye a los ya sancionados, los cuales son enviados directamente hacia los otros centros penitenciarios. O sea, que es alarmante el inmenso número de cubanos que es llevado a prisión cada día; por eso aseguro que la población penal cubana no es de 100.000 reos como se ha venido afirmando, sino que supera con creces los 200.000 penados. Es una hipertrofia tan asombrosa que obliga al Gobierno a esconderla.

¿Cuáles son las características de la población penal de Valle Grande, sobre todo en cuanto a raza y edad?
Alrededor de un 80 por ciento son negros y más del 70 por ciento del total general no rebasa los 25 años de edad. Es muy triste ver a la juventud de un país tras las rejas, bajo condiciones deformantes y crueles. Sobreviven como no-personas.

¿Qué explicación tiene el consumo de drogas y alcohol en Valle Grande?
El salario promedio de los militares es extremadamente bajo, ellos también viven en la miseria; por eso la mayoría practica la corrupción; en las prisiones esta corrupción es muy grande. Son precisamente los militares los dueños de este negocio de venta de alcohol y psicofármacos; son ellos mismos los que entran estas sustancias nocivas a los centros penitenciarios en todo el país. (...) Estas son las causas directas de las frecuentes riñas y los hechos de sangre. Incluso bajo los efectos del alcohol y las drogas los reclusos se autoagreden o inoculan el SIDA con jeringuillas infectadas provistas por los propios guardias. Un día yo veo que los guardias entran en mi galera a seis enfermos de SIDA y los pusieron a convivir con nosotros, algunos venían con heridas sangrando, pues se habían auto agredido. Lógicamente que nos pusieron en riesgo a todos.

¿Qué trato reciben los enfermos mentales y los discapacitados en Valle Grande?
Ellos son víctimas de los peores tratos, porque al estar enfermos hacen cosas que irritan a los militares.

(Lee la entrevista íntegra en PayoLibre)
Foto: Hazteoir.org

por la libertad de los presos políticos cubanos
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