El presidente Sebastián Piñera instruyó el sábado a su canciller Alfredo Moreno para que pida a Naciones Unidas gestiones para evitar la muerte del disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde febrero.
"Hoy le he pedido a nuestro ministro de Relaciones Exteriores y a nuestro embajador en Naciones Unidas que hagan todas las gestiones necesarias frente al gobierno de Cuba y frente a Naciones Unidas para intentar salvar la vida de Guillermo Fariñas, uno de los presos políticos que está en huelga de hambre en Cuba, para que no se repita la triste historia de Orlando Zapata", dijo Piñera durante la entrega de viviendas populares construidas por el anterior gobierno.
Fuente: AP
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SERÍA DE VERDAD IMPORTANTÍSIMO QUE SOBRE ÉSTE ASUNTO DE GUILLERMO FARIÑAS INTERVINIERA LA ONU. MAÑANA VA A CUBA EL MINISTRO ESPAÑOL MORATINOS PERO CREO QUE NO SE VA A ENCONTRAR CON LOS DISIDENTES. LA POLÍTICA DE ZAPATERO NO AYUDA PARA NADA A LA DEMOCRACIA EN CUBA.
SILENCIAR LAS PALABRAS
Autor: José Ignacio Izquierdo Gallardo
Noto como el frío intenso de la noche robada
recorre todos los puntos cardinales de mi espalda.
En la boca percibo el sabor amargo
de la oscuridad y del miedo.
Mi alma se rebela contra la tiranía opresora,
contra el silencio maldito de los que callan,
y el de todos aquellos que miran
a la mar vacía de abrazos, sin hacer nada.
Me horrorizan lo lugares donde las palabras
son enterradas en vida;
donde los silencios
son apresados y mutilados;
donde las conciencias se esconden
tras un fino manto de cobardía,
...para no tener que decir nada.
La muerte hace temblar a la vida,
por no encontrar bajos sus pies
la firmeza de una tierra libre,
donde las miradas ya no miran al frente
y se pierden tras el abismo oscuro del horizonte.
Son esas mismas miradas las que en otro tiempo
disfrutaron de la mañana,
mientras esperaban la llegada del alba.
Son esos mismos ojos los que sonrieron
a la vida cantando al anochecer.
Pero hoy los cantos se ahogan en lágrimas,
y se escuchan lejanos y tristes.
Hoy los silencios se visten de luto
tras los barrotes de la húmeda y sucia celda.
Hoy es el día por el que lloran de pena
todos los hombres y mujeres que aman la vida;
y se recuerda a todos aquellos que gritan;
y luchan; y mueren por conseguir
un pequeño hilo de libertad que les una
de nuevo a la isla.
Hoy ríen aquellos que alimentaron la revolución,
para luego traicionarla y asesinarla por la espalda,
y también ríen aquellos que se esconden
tras el uniforme verde,
que ya perdió el color de la esperanza.
Es triste comprobar que mientras esto ocurre en Cuba,
el mundo oculta y calla sus vergüenzas,
y el hambre se encarga
de silenciar las palabras.
Un abrazo
José Ignacio Izquierdo
SILENCIAR LAS PALABRAS
Autor: José Ignacio Izquierdo Gallardo
Noto como el frío intenso de la noche robada
recorre todos los puntos cardinales de mi espalda.
En la boca percibo el sabor amargo
de la oscuridad y del miedo.
Mi alma se rebela contra la tiranía opresora,
contra el silencio maldito de los que callan,
y el de todos aquellos que miran
a la mar vacía de abrazos, sin hacer nada.
Me horrorizan lo lugares donde las palabras
son enterradas en vida;
donde los silencios
son apresados y mutilados;
donde las conciencias se esconden
tras un fino manto de cobardía,
...para no tener que decir nada.
La muerte hace temblar a la vida,
por no encontrar bajos sus pies
la firmeza de una tierra libre,
donde las miradas ya no miran al frente
y se pierden tras el abismo oscuro del horizonte.
Son esas mismas miradas las que en otro tiempo
disfrutaron de la mañana,
mientras esperaban la llegada del alba.
Son esos mismos ojos los que sonrieron
a la vida cantando al anochecer.
Pero hoy los cantos se ahogan en lágrimas,
y se escuchan lejanos y tristes.
Hoy los silencios se visten de luto
tras los barrotes de la húmeda y sucia celda.
Hoy es el día por el que lloran de pena
todos los hombres y mujeres que aman la vida;
y se recuerda a todos aquellos que gritan;
y luchan; y mueren por conseguir
un pequeño hilo de libertad que les una
de nuevo a la isla.
Hoy ríen aquellos que alimentaron la revolución,
para luego traicionarla y asesinarla por la espalda,
y también ríen aquellos que se esconden
tras el uniforme verde,
que ya perdió el color de la esperanza.
Es triste comprobar que mientras esto ocurre en Cuba,
el mundo oculta y calla sus vergüenzas,
y el hambre se encarga
de silenciar las palabras.
Un abrazo
José Ignacio Izquierdo