El psicólogo opositor Guillermo Fariñas declaró que la muerte hace seis meses, el 23 de febrero, del preso Orlando Zapata Tamayo, tras 85 días de huelga de hambre, fue “una llamarada” que propició “un relativo cambio de perspectiva” en la política interna de Cuba, informa hoy Milenio.
“Ahora la política es la de comprar tiempo” para intentar estabilizar la “grave” situación económica nacional y que “las personas pierdan el espíritu de rebeldía que disparó la muerte de Zapata”, dijo a MILENIO el también periodista Fariñas, quien 24 horas después de ese fallecimiento inició una huelga de hambre por la excarcelación “de 26 presos políticos enfermos”, la cual duró 135 días. Al final, Fariñas recibió apoyo médico en el hospital de su ciudad natal de Santa Clara (centro).