El cirujano plástico y opositor cubano José Luis García Paneque, recién deportado a España, está contando sus memorias de preso político por capítulos en La Información. Hoy narra cómo a través de los dibujos que pintaba para sus cuatro hijos consiguió mitigar un poco el dolor de la separación de su familia y de saber que sus captores se ensañaban con ellos para intentar doblegarlo.

Por más que trataban de ocultármelo, me llegaban las noticias de los actos de repudio y las amenazas telefónicas, fueron momentos muy duros. Refugiarme en el dibujo fue la única forma que encontré para mitigar en algo tanto dolor y el daño que mis captores infringían a mis hijos.
Les pintaba flores que representaban al amor, la vida que surge, hadas madrinas y ángeles para decirles que Dios estaba con ellos y los protegía, les combinaba colores para alegrar sus vidas.


(Lee el post en La Información)

por la libertad de los presos políticos cubanos
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