El diario online Crónica de Aragón publica hoy un editorial en el que asegura que el modelo de transición a la democracia que Mandela diseñó para Suráfrica podría ser de utilidad para la Cuba postcastrista.
El empeoramiento del estado de salud del disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde el 24 de febrero para reivindicar la excarcelación de 26 presos políticos enfermos, constituye una espada de Damocles sobre el régimen de la isla.
Puede que al castrismo no le importe si uno de sus disidentes vive o muere, pero la opinión pública cubana no va a reaccionar con indiferencia si, finalmente, se produce el fatal desenlace del fallecimiento de Fariñas.
Las multitudinarias movilizaciones de las damas de blanco, que durante la pasada semana tomaron pacíficamente las calles de La Habana armadas sólo con “su paz y su palabra” (como diría nuestro Blas de Otero), suponen un punto de inflexión en los estertores de un régimen al que el tiempo ha ido robando frescura política, para acabar practicando las mismas atrocidades dictatoriales contra las que se rebeló en su origen.
Los cubanos del interior y del exterior deben ir pensando ya en qué Cuba quieren después del castrismo, ya que un retorno al pasado en forma de patio trasero de Washington sería tan negativo como la descabellada realidad política que actualmente vive la isla. El ejemplo de Nelson Mandela y la ejemplar transición a la democracia que diseñó para Sudáfrica, pueden resultar de especial utilidad en la Cuba post–castrista.
por la libertad de los presos políticos cubanos
Labels: Cuba, Dictadura, Disidencia, Medios España, Transición
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Y el derecho a la vida digna implica el de LA LIBERTAD (que no sabe de libertinajes).
Y el derecho a la vida digna y libre se sustenta en LA DIGNIDAD.
Y LA DIGNIDAD es sólo esto:
RESPETO a todos los demás y a la conciencia correcta.