Mañana se cumple un mes desde que Guillermo 'Coco' Fariñas iniciara su huelga de hambre con el objetivo de exigir al régimen castrista la liberación de los 26 presos políticos que están enfermos. Desde entonces ha perdido ya 13,5 kilos y se encuentra ingresado en el hospital Arnaldo Milián, desde donde hoy habló para el medio chileno Emol.

En esta conversación, Fariñas ha asegurado -como viene afirmando desde el principio de su huelga- que está dispuesto a llegar "hasta las últimas consecuencias". Los médicos le han advertido del peligro de muerte pero él insiste que a lo único que le tiene miedo es a "no saber cumplir mi deber como patriota".

Afirma también que "al asumir esta actitud estamos no dejando apagar la llama en nombre de ese preso político que fue asesinado y de los que pueden ser asesinados de un momento a otro". Su madre y su esposa "están desesperadas" y hace días que no ha visto a su hija de ocho años. "A la niña yo le digo que tengo una enfermedad en el estómago, que no puedo comer y por eso estoy internado".

Mensaje para Insulza
En su entrevista con Emol, Fariñas habla sobre otras cuestiones de actualidad y lanza un mensaje al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que se pronuncie sobre la situación cubana. "Éste es un momento en que no se puede estar en la frontera: o se está en el lugar de las víctimas o se está en el lugar de los victimarios. Nosotros le solicitamos al señor José Miguel Insulza como Secretario General de la OEA que se pronuncie o a favor del gobierno cubano o a favor de las víctimas del gobierno cubano, pero que no mantenga un silencio cómplice".

Por otro lado, el Comité Orlando Zapata Tamayo pro Libertad de los Prisioneros Políticos Cubanos pidió hoy a Fariñas que abandone la huelga de hambre.

por la libertad de los presos políticos cubanos
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1 Comentario:

  1. alfredoviso dijo...

    FARIN`AS CON TODA LA MORAL QUE LE DA LA POSICION QUE HA TOMADO, CONTINUA HACIENDO DAR EL PASO AL FRENTE A LOS COBARDES Y COMPLACIENTES CON LA VIOLACION DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA REPRESION DE LA DICTADURA MILITAR CASTRISTA EN CUBA