El diario argentino Clarín publica hoy un editorial en el que critica el silencio de gobiernos como el de Cristina Fernández, "avalando tácitamente procedimientos políticos que teóricamente condenan".

Las violaciones de derechos humanos en Cuba han provocado rechazos externos e incluso internos, pero también ha recibido el silencio de gobiernos que enarbolan el estandarte de la defensa de esos derechos.

El Parlamento Europeo, organizaciones de derechos humanos y grupos de intelectuales condenaron la muerte del disidente preso Orlando Zapata y reclamaron la liberación de los presos políticos. La preocupación por el tema sigue encendida por la situación de Guillermo Fariñas, otro disidente en huelga de hambre. Un hecho significativo fue la declaración de Pablo Milanés que, al mismo tiempo que defiende el proceso cubano, critica el trato que se propina a los disidentes.

Pero paralelamente, gobiernos de la región que abogan por la democracia y dicen defender los derechos humanos, como es el caso del argentino, han evitado pronunciarse, avalando tácitamente procedimientos políticos que teóricamente condenan.