"Guillermo Fariñas lo dijo al poco de empezar su huelga de hambre y sed: "Que la llama no se apague". El fuego al que se refería el psicólogo y periodista disidente había prendido con fuerza el 23 de febrero, al morir el preso político Orlando Zapata después de 86 días de ayuno en demanda de ciertas mejoras en su vida en prisión", arranca un artículo publicado hoy domingo por el diario catalán La Vanguardia.

El artículo analiza la "novedosa, terrible y potencialmente demoledora fórmula de reivindicación de la disidencia cubana", a propósito de la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y el anuncio del ex profesor universitario Félix Bonne de que tomará el testigo en caso de que éste muera. El periodista Fernando García bautiza como "la estrategia de la antorcha" esta cadena de huelgas de hambre que inició Zapata y que se ha convertido en el "factor principal de una inédita cohesión entre los diversos elementos de una disidencia hasta ahora desunida por diferencias y rencillas, así como por mutuas desconfianzas alentadas por varios precedentes de infiltración desde la seguridad del Estado".

Según La Vanguardia, "esa incipiente unidad, aún pendiente de confirmar por los hechos y el tiempo, viene a fusionar a la oposición de toda la vida con la 'ciberdisidencia' de nuevo cuño".

Para Fernando García, "al menos a corto plazo, Raúl Castro afronta un escenario político nuevo y difícil, con posibles daños de consideración a su imagen y en sus relaciones con el exterior".

(Lea el artículo completo en La Vanguardia)

por la libertad de los presos políticos cubanos
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