Jorge Ferrer, escritor y traductor cubano afincado en Barcelona. Es autor del blog El tono de la voz:

A veces todo lo que un ciudadano puede aportar para mostrar solidaridad con una causa son sus señas. Un nombre, un apellido y poco más. Meros datos de filiación. Nada más que tirar de los datos del Registro civil y manifestar que a uno, Juan Pérez, esto lo asquea; que a uno, John Doe, lo repatea aquello. Y que no está dispuesto a callarse su asco, su repulsa.

Quienes llevamos años, en Cuba y fuera de Cuba, firmando cartas de esta o pareja índole o escribiéndolas y buscando firmas para ellas, sabemos lo que cuesta conseguir adhesiones. El egoísmo o la desidia, entre otros males, conspiran contra la solidaridad. Muchas veces también la opacidad de las intenciones de los promotores, la justa sospecha de manipulación.

En esta ocasión la claridad del mensaje, la pluralidad de los convocantes y la urgencia del reclamo han conseguido una respuesta genuinamente masiva. Cada uno de los ciudadanos que decidimos rubricar esta carta hemos ejercido un derecho y mostrado nuestra solidaridad con quienes padecen la injusticia. Lástima, eso sí, que en este caso el aldabonazo que despertó la solidaridad sea la odiosa circunstancia de tener un cadáver tendido sobre la mesa.

¿Por qué has firmado la carta? Si quieres hacer públicas tus razones envíanos un correo a ozt.prensa@gmail.com con el asunto 'Razones para firmar'.