La prensa internacional reacciona ante el discurso de Raúl Castro el domingo.

El diario El colombiano.com editorializa bajo el título 'El cinismo de Raúl Castro': "El cinismo de Raúl Castro ante las crecientes manifestaciones internacionales de inconformidad con su administración, en especial por la violación de los Derechos Humanos, en nada conviene a la revolución que quiere mantene".

"Sólo a la luz del deseo de mantenerse en el poder a toda costa cabe aquilatar los disparates dedicados por Castro a Orlando Zapata, el disidente que perdió la vida a causa de una huelga de hambre, y a Guillermo Fariñas, el periodista que ha puesto en riesgo la suya con idéntico método. Solo la izquierda obnubilada puede dar por buenas las palabras de Castro y aceptar la teoría de la conspiración universal contra el régimen. Las restantes izquierdas solo pueden hacer lo contrario: reclamar cambios democráticos y el respeto por los derechos humanos", asegura en su editorial 'Raúl Castro cierra filas contra todos' El Periódico de Cataluña.

"El presidente cubano se mostró desafiante: su gobierno "jamás cederá al chantaje" de los opositores y las potencias que los apoyan. Cuba "prefiere desaparecer antes de doblegarse", como según él demostró durante la crisis de los misiles, en 1962. Con un lenguaje de búnker y guerra fría, el mandatario asumió los postulados de la línea dura del aparato cubano frente a las críticas de Washington y la UE por el caso Zapata y secuelas", comenta el corresponsal en La Habana de La Vanguardia, diario catalán que también publica el editorial 'El castrismo y el enemigo exterior'.

'Los Castro se atrincheran', titula La Razón el reporte de Ángel Sastre, su corresponsal para Iberoamérica: El enrocamiento del régimen inspiró a los médicos que se negaron a ingresar al disidente Franklin Pelegrino pese a su debilitada salud después de 39 días en huelga de hambre y sed. Según la disidente Martha Beatriz Roque, un doctor despachó a Pelegrino con el pretexto de que si «quería morir que fuera a su casa y se tapara la cabeza con una sábana».

'Castro prefiere el fin de Cuba antes que ceder al «chantaje»', titula su información el diario español Abc: "En su habitual recurso al enemigo externo para justificar la situación interna, el presidente cubano insistió en que «no cederemos jamás al chantaje de ningún país o conjunto de naciones». Denunció también el «chantaje inaceptable» de disidentes como Guillermo 'Coco' Fariñas, Franklin Pelegrino del Toro o el prisionero de conciencia Darsi Ferrer Ramírez, que llevan semanas en huelga de hambre para reclamar la excarcelación de presos políticos enfermos o atención médica y el debido proceso. A todos ellos los consideró de nuevo «delincuentes comunes», que si mueren es su culpa y de quienes les «financian».


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