El escritor cubano afincado en Estados Unidos Joaquín Badajoz publica en Diario de Cuba un extenso pero interesante artículo en el que establece cierto paralelismo con la actitud del régimen cubano y la jerarquía de la Iglesia católica ante las acusaciones de violación de los derechos humanos (el primero) y de las denuncias de los casos de pederastia (la segunda). Ambas instituciones se parapetan tras un suspuesto complot mediático. "¿Qué hay de cierto tras esas supuestas conspiraciones anticubana y anticatólica, como ellos las han denominado?", se pregunta Badajoz. "En principio, nada. Por una simple razón: ni esos curas pedófilos son buenos católicos ni los que desgobiernan Cuba buenos cubanos".
Ningún análisis serio sobre la situación cubana puede darse el lujo de jugar con arquetipos maniqueos. Hay millones de matices, uno por cada cubano de adentro y de afuera, para ser exactos. Y en lo único que parece estar la mayoría de acuerdo es en que la situación del país es insostenible —yo diría intolerable— y exige un cambio: llámese (r)evolución, reforma, transición; póngasele el color político que mejor se entienda. Y lo cierto es que la dictadura —porque otro nombre no tiene un gobierno de 51 años— sigue apostando a la ortodoxia sectaria: cada crítica es una agresión, cada fuga humana un acto de ingratitud y mezquindad, cada opositor un agente de la CIA, cada ineficiencia del sistema un sabotaje de Estados Unidos.(Lea el artículo íntegro en Diario de Cuba)
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Desde hace más de medio siglo existen derechos y libertades universales, que no son imposiciones del mundo capitalista sino todo lo contrario: conquistas del pensamiento progresista y de los movimientos cívicos. Algo que al parecer desconocen los autores de la campaña mediática convocada por el gobierno cubano.
Nadie está pretendiendo exportarle a Cuba un modelo aleatorio, sino luchando porque en la isla se respeten y disfruten esas mismas conquistas universales, y puedan conciliarse e integrarse en una plataforma común, en igualdad de condiciones, las aspiraciones de todos los cubanos.
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