El periodista y poeta cubano Raúl Rivero, detenido y condenado durante la Primavera Negra de 2003 y exiliado en España, publica un artículo en el Nuevo Herald que bajo el título 'Palabras cazadas' analiza la mezcla de alegría, desconcierto y desinformación que ha seguido al anuncio de la jerarquía católica cubana de que el régmimen liberará a los 52 presos de conciencia del grupo de los 75 que aún continúan en prisión.

El sacerdote José Conrado, de paso esta semana por España, rumbo a Cuba, comentó que es imprescindible cambiar el marco legal que sustenta la represión en la isla. 'La cuestión, dijo, no es (sólo) sacar a los que están, sino cerrar la fábrica de presos. Y la fábrica de presos existe a partir de leyes que castigan el disentimiento, que castigan la honestidad'.