Por Bárbara Cristina Alfonso Zerquera

Sancti Spíritus.

Un preso político sufrió en los últimos días de julio actos de hostigamiento en prisión de Sancti Spíritus.

La líder opositora espirituana Ana Margarita Perdigón Brito denunció la difícil situación que está confrontando en la Prisión Provincial conocida como Nieves Morejón, en Guayos, su hermano, periodista independiente y preso de conciencia Raimundo Perdigón Brito.

Según expresó la fuente, en los últimos días su familiar ha sufrido insultos y otras provocaciones de un preso menor de edad que está al servicio de las autoridades carcelarias; sólo le conceden cinco minutos para llamar por teléfono, y lo amenazan con cortarle la comunicación si habla sobre violaciones de los derechos humanos.

Por otra parte, antes de cada visita lo someten a una requisa estricta, durante la cual lo hacen desnudarse por completo y agacharse para quitarle cualquier papel que intente sacar. En cuanto a la asistencia médica, en varios años no le han hecho la gastroscopía ordenada por un especialista; tampoco le entregan medicamentos para sus otros males.

Los hermanos Perdigón Brito responsabilizan de todo este hostigamiento al jefe de la prisión Ruperto Balmaseda Hernández y al mayor Alberto Hernández Jiménez, jefe del puesto médico. Ellos recuerdan asimismo que el reo, durante los tres años y ocho meses que lleva en Nieves Morejón, ha sufrido cuatro golpizas y cinco celdas de castigo.

(Fuente: Cambio Debate Cuba).

por la libertad de los presos políticos cubanos
| Share

1 Comentario:

  1. ar dijo...

    La Iglesia complice del régimen castrista.

    ¿Que mediación es pedir a Reina Luisa Tamayo que desista de ir al cementerio acompañada?

    ¿Que mediación es cooperar con el destierro de presos de conciencia cubanos?

    No se puede mediar entre los verdugos y sus victimas inocentes, se media ante partes que están en igualdad de condiciones para negociar y este no es el caso.

    La Iglesia solo ha servido de voceros del régimen castrista.

    Solo la imagen del Cardenal Ortega, Moratinos y el genocida Raúl Castro viendo juntos, de forma distendida, la final del Mundial de Fútbol, es una ofensa hacia los millones de cubanos condenados al exilio, hacia los familiares de los que han muerto huyendo del horror castrista y es una ofensa hacia las miles de victimas asesinadas por los Castros y su secuaces.

    Es una vergüenza que la Iglesia hable y proteste contra el "embargo" cuando ve ante sus ojos como se violan los mas elementales derechos humanos por parte de un régimen genocida al que no se ha atrevido a condenar abiertamente.

    Hasta que la Iglesia católica no condene el terrorismo de estado en Cuba, hasta que no pida abiertamente que se respeten los derechos humanos y la libertad de expresión del pueblo de Cuba, hasta que no digan que dedican sus oraciones y ruegos por las almas de las decenas de miles de cubanos muertos en el Estrecho de Florida huyendo de la dictadura, hasta que no condenen los asesinatos y los encarcelamientos, hasta que no pida públicamente al régimen de Castro que no incite a la población a la violencia ni al enfrentamiento, mientras no haga algo de eso la Iglesia merece el mas absoluto desprecio del pueblo cubano y de todas las personas de bien.

    Ante el genocidio, la tortura y la mas absoluta falta de libertad solo cabe la condena, nada mas.

    LA IGLESIA CATÓLICA CUBANA COMPLICE DEL RÉGIMEN CASTRISTA Y POR LO TANTO COMPLICES DE LAS VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS, DE LOS DESTIERROS Y DEL HORROR QUE VIVE EL PUEBLO DE CUBA.