Antonio Sánchez García
La vida no vale nada
Si no es para perecer
Porque otros puedan tener
Lo que uno disfruta y ama.
Pablo Milanés
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Se trata de cumplir la revolución nacional y democrática por la que tantos cubanos dieron su sangre en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista y retomarla desde sus orígenes, sin por ello echar por la borda aquello que en cincuenta años de tiranía haya podido construirse a favor de los sectores más desfavorecidos de su población.Pero ya somos millones los que un día no tan lejano respaldáramos a lo que creíamos seguía siendo una revolución humanista y hemos abierto los ojos ante la barbarie que representa. Ya somos una inmensa mayoría los que condenamos los graves abusos a los derechos humanos que comete, exigimos la libertad de sus presos políticos y soñamos con que a cincuenta años de distancia se cumpla el anhelo originario de la revolución en que tanto creyéramos: libertar verdadera y realmente a los cubanos de la opresión y la injusticia. Somos una inmensa mayoría los que no sólo exigimos liberar a los encarcelados por razones de conciencia sino que exigimos que Cuba se abra por fin a la democracia y permita que los cubanos decidan su destino sin milicias, espías ni policías cautelando sus conciencias.
Por lo tanto, y llegamos así a lo esencial: no se trata tan solo de “cambiar muchas cosas”, como ha dicho Silvio, pero dentro del sistema. Sin modificarlo en su esencia. No se trata de cambiar algo o mucho para que todo siga igual. No se trata de un maquillaje gatopardiano para seguir oxigenando la represión y la tortura tras el pretexto de la revolución socialista, parapeto tras el que se han escudado cincuenta años de dictadura unipersonal y autocrática. Se trata de ponerle fin a un régimen dictatorial, opresor y tiránico, permitiendo que el pueblo se libere de sus cadenas y escoja su futuro.
Se trata de cumplir la revolución nacional y democrática por la que tantos cubanos dieron su sangre en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista y retomarla desde sus orígenes, sin por ello echar por la borda aquello que en cincuenta años de tiranía haya podido construirse a favor de los sectores más desfavorecidos de su población.
¿Una utopía imposible? ¿Un sueño irrealizable? De esos sueños incumplidos está construida la historia. Llegó la hora de cumplirlos en Cuba.
por la libertad de los presos políticos cubanos
Labels: Escritores, Orlando Zapata Tamayo, Solidaridad, Venezuela
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El primero y principal de los derechos humanos es el derecho a LA VIDA.
El derecho a la vida y a la vida digna.
Y el derecho a la vida digna implica el de LA LIBERTAD (que no sabe de libertinajes).
Y el derecho a la vida digna y libre se sustenta en LA DIGNIDAD.
Y LA DIGNIDAD es sólo esto:
RESPETO a todos los demás y a la conciencia correcta.