Ciro Gómez Leyva publica un artículo en el diario mexicano Milenio a propósito del punto que el próximo martes debate el Senado mexicano sobre una condena al gobierno cubano por la muerte de Orlando Zapata Tamayo y la falta de libertades en la isla:
Después de ver las agresiones a las Damas de Blanco, ya no será tan fácil para el perfecto idiota mexicano (ese que ante las evidencias le da por repetir, memorizado, el falaz evangelio de la dignidad cubana, y ahora venezolana) hacer como que no ve lo que está viendo. Ya no será tan fácil para él decirle gusano a Guillermo Fariñas, o agentes imperialistas a las mujeres golpeadas.
No será fácil para los senadores del PRD y el PRI recitar el anticuado discurso de la no injerencia para bloquear el próximo martes un punto de acuerdo que exija a La Habana la libertad de los activistas, pensadores, periodistas, escritores presos por pensar, hablar, querer un mejor país.
Tampoco lo será para los activistas y periodistas mexicanos que, desde su pretendida superioridad ética, salen a descalificar las críticas a la tiranía de los hermanos Castro, exigiendo, exigiéndonos, que, en vez de ocuparnos de Cuba, ¡nos ocupemos de los presos políticos mexicanos! Valiente argumento valiente.
Hay mucho de extraordinario en lo que estamos viendo. Allá los que insistan que la cincuentenaria dictadura es un faro luminoso que goza de cabal salud.
por la libertad de los presos políticos cubanos
Labels: Cuba, Damas de Blanco, Guillermo Fariñas, México, Orlando Zapata Tamayo
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