El diario madrileño El País dedica hoy una amplia cobertura a la situación generada en Cuba y el extranjero tras la muerte de Orlando Zapata Tamayo.
"La muerte por huelga de hambre del disidente Orlando Zapata en febrero ha desatado una oleada de protestas contra los Castro tanto fuera como dentro de Cuba. Ha sucedido lo que más temía el régimen: que las voces que piden libertad no se apagaran. En la isla hay más disidentes en huelga de hambre, las Damas de Blanco alzan sus voces por encima de la represión y hasta los cantautores del régimen piden un cambio real", comenta en la portada el rotativo.
La información incluye un reportaje del corresponsal en La Habana, Mauricio Vicent, que analiza el escenario, 35 días después de la muerte de Zapata. Se completa desde Madrid con una información de Maite Rico que bajo el título 'Los Castro pierden sus últimos amigos', comenta la pérdida de apoyos del régimen desde gobiernos democráticos de América Latina, tradicionalmente aliados de Cuba.
"La muerte por inanición del disidente Orlando Zapata, la represión de las Damas de Blanco, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y las condiciones de los prisioneros políticos han acabado de desmoronar la imagen de un régimen que hasta ahora lograba navegar con patente de corso en aguas diplomáticas internacionales, sobre todo en América Latina", asegura Rico, que pone de ejemplo la condena a estas situaciones emanadas del Senado mexicano y del Chileno, con el apoyo histórico de los socialistas de ese país.
'Cruje el muro de caña', es el título del artículo de opinión de Joaquín Villalobos, ex guerrillero salvadoreño y consultor para la resolución de conflictos.
"Fidel Castro se preparó para enfrentar una invasión estadounidense, derrotar rebeliones contrarrevolucionarias, evadir atentados contra su vida y resistir al embargo estadounidense, pero no se preparó para pelear contra hombres dispuestos a dar la vida en una huelga de hambre; ni para enfrentar a un puñado de mujeres que protestarían pacíficamente, ni para lidiar con grupos musicales que, con el más subversivo de los mensajes, le cantarían a centenares de miles de cubanos "que la normalidad no es pecado".
(...)
La meritocracia cubana se fundó religiosamente en la lealtad a la jerarquía, en la fe en la doctrina y en el culto al sacrificio para expiar el pecado original de la ambición. Esto abrió las puertas a la simulación, la hipocresía y el oportunismo y se las cerró al debate, la inteligencia y la eficiencia. La generación que luchó y la que no luchó quedaron separadas; los guerrilleros de la Sierra Maestra se convirtieron en sabios sin importar si estaban educados y los jóvenes que educó la revolución, pero que no hicieron sacrificios, quedaron bajo sospecha. Los profesionales formados en los últimos 50 años son peones del sistema, y no importa que los científicos ganen una miseria y anden en bicicleta. La educación masiva fue una meta propagandística sin relación con la economía, la movilidad social y el acceso al poder. La vieja guardia aplastó a los jóvenes que educó y por ello existen prostitutas que son doctoras o ingenieras. En Cuba lo que la gente dice no es lo que la gente piensa. La apatía es rechazo popular y la simulación, una práctica normal entre los dirigentes con menos de 60 años. Es obvio que hay oposición dentro del partido y del Gobierno, y que la cohesión es pura ficción. La fragilidad es tal que así como pueden sobrevivir un tiempo más, también pueden derrumbarse mañana. El régimen cubano ya no tiene ninguna salida estratégica: o se reforma o muere.
por la libertad de los presos políticos cubanos
Labels: Cuba, Derechos Humanos, Disidencia, Medios España
7 Comentarios:
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Alejandro
Este señor Joaquín Villalobos ha escrito algo ejemplar para los que se dedican a opinar sobre Cuba sin conocer Cuba.
No sé cuanto tiempo habrá estado en Cuba este señor, pero lo que describe aquí es exacto, certero. No lo hubiera podido decir yo mejor, y yo sí soy cubano.
En un mundo donde la libertad ha de ser el estandarte a enarbolar en todos los rincones del pensamiento, las dictaduras no tienen cabida ni que sean "dictablandas", mucho menos oprimir a un pueblo por más de cinco décadas de atraso y abandono.
La alegria que produce ver la careta de los Castro caer ante la comunidad internacional, se ve un poco empañada al pensar que en alguna medida y con muy pocas excepciones, estas denuncias y firmeza se pudo haber manifestado hace muchas decadas, evitando asi el desperdicio de dos generaciones y mucho mucho sufrimiento, separaciones y muertes. Todas las causas de la indignacion actual llevan 51 años ante los ojos de todos, solo que no querian ver.
Anónimo de las 08:59 h., permítame contradecir su opinión, que no es infundada pero peca de exageración.
La comunidad internacional (el pueblo) sabe y conoce perfectamente las cosas, y no se llama a engaño, como usted.
Cuba, y su régimen comunista, fue objeto de ataques injustificados e insoportables para cualquier democráta por parte de gobiernos FASCISTAS como los de el señor Bush o los del señor Nixon, por poner algún ejemplo.
Fueron estos personajes siniestros y profundamente criminales, y sus políticas inhumanas y sus actos de crueldad y miseria los factores que provocaron que Cuba y su régimen antidemocrático gozaran ante la comunidad internacional de la excepción de legítima defensa ante un ataque ilegítimo.
La comunidad internacional, señor mío, sabe mucho mejor que usted lo que tiene que hacer en cada momento.
¡Viva ORLANDO ZAPATA TAMAYO y todos los demás verdaderos héroes de la REVOLUCIÓN!
rutaveintyseislaguagua.com
Para Cuba ya es hora!!!
Para todos... los cubanos ya es hora!!!
Dentro y fuera de la isla en que nacimos estamos todos con el mismo dolor, las mismas faltas, los mismos irrespetos,somos un pueblo controlado por una dictadura, unos judios, constantemente bajo ataque por parte de un enemigo que no nos acepta, que nos umilla, y nos niega el derecho a defendernos.
el comunismo es peor que el cancer para la humanida y los castros y sus segidores solo salen de cuba con balassss . por heso en cuba nesecitamos un pinoche muerte para los castros y sus segidores
Analicemos al "analista"
Joaquín Villalobos (San Salvador, 1951) integró en 1975 la troika de comandantes guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo que dictó y ejecutó la condena a muerte contra el poeta Roque Dalton. Junto con Alejandro Rivas Mira y Vladimir Rogel Umaña, Villalobos fue responsable directo del asesinato del intelectual revolucionario, enviado al paredón bajo la infundada y disparatada acusación de ser agente doble al servicio de la CIA usamericana y de la Seguridad del Estado cubana. Incluso circulan diferentes versiones que señalan a Villalobos como el autor material del fusilamiento de Dalton, difundidas por los hijos de la víctima.
¡Vaya personaje escribe en El País!