En un artículo titulado Cárcel o Destierro, el periodista francés Betrand de la Grange califica de "trueque" la excarcelación de 5 prisioneros políticos cubanos que se aprestan a salir para España.  "La liberación de cinco presos, encarcelados en 2003 por un simple delito de opinión, es una excelente noticia. Su destierro a España es, en cambio, una señal pésima."

De la Grange, ex corresponsal de Le Monde y profesor de ciencias políticas, afirma que a los presos que han aceptado salir de Cuba "no se les puede reprochar nada. No tenían alternativa. Era eso, o pudrirse varios años más en las mazmorras insalubres de la Isla."

Sobre las motivaciones del gobierno cubano para anunciar las excarcelaciones, cree que "los Castro los han soltado en un intento desesperado de frenar una campaña internacional sin precedentes contra la dictadura cubana."

Aunque de la Grange reconoce el papel que la Iglesia ha jugado en la obtención de las excarcelaciones, afirma tajantemente que el mérito "no es de la Iglesia y mucho menos del canciller español, Miguel Ángel Moratinos, que se ha limitado a cosechar el fruto de la negociación en el momento más oportuno para su estrategia política. El mérito es de las Damas de Blanco, que lucharon en las calles de La Habana por la excarcelación de sus maridos o padres, y de dos hombres, Zapata y Fariñas, cuyo coraje y sacrificio han forzado a Raúl Castro a buscar la intermediación de la Iglesia."

La decisión de Raúl Castro de entregar los presos a plazos se debe a su desconfianza en la capacidad del canciller español para conseguir que Europa modifique la Posición Común hacia Cuba, afirma el periodista francés. "El gobernante cubano (…) no parece confiar del todo en la capacidad de Moratinos de imponer su línea en Bruselas. A esto se debe, creo, la decisión de Castro de posponer por tres o cuatro meses la liberación de 47 presos más."

El artículo completo en Diario de Cuba.